MARCO TEÓRICO
“Una
alimentación y nutrición adecuada son la base para la supervivencia, la salud y
el crecimiento del ser humano”.
Los
elementos y compuestos energéticos, son la base de la nutrición. El proceso
nutricional depende de una alimentación correcta, la cual debe de estar
adaptada a las necesidades y características de cada ser humano.
La
nutrición, es “el conjunto de
procesos mediante los cuales el organismo utiliza, transforma e incorpora a sus
propios tejidos una serie de sustancias (nutrientes) que deben de suministrar energía,
proporcionar materiales para la formación de estructuras y la regulación del
metabolismo”. (Rodríguez González & Larrosa Haro, 2013)
La
dieta del mexicano, desde la etapa de la niñez hasta la etapa senil, está
excedida de azúcares y productos con alta densidad energética, sin embargo,
existe un bajo consumo de cereales, leguminosas, frutas y verduras, (Secretaría de Salud, 2016).
Uno
de los grupos etarios con mayor índice de trastornos relacionados con el peso
en el ser humano es durante la etapa
escolar, que comprende, según a la literatura, de los 6 a los 12 años de edad.
Durante
esta etapa el peso del niño debe aumentar de 3 a 3.5 kg. por año, mientras que
la estatura registra una ganancia de 6 cm. en lapsos iguales (Martínez y Martínez, 2009).
Los
parámetros primordiales a considerar son: talla y peso para obtener el IMC (Índice
de Masa Corporal) con apoyo de estas mediciones y con tablas dadas por la OMS
(Organización Mundial de la Salud), es como se verifica si el niño tiene un
peso y estatura de acuerdo a su edad, o si éste es menor o mayor.
Existen
mediciones de variables antropométricas, de laboratorio y de gabinete que
permiten identificar desviaciones del estado nutricio.
La
técnica antropométrica es un recurso
práctico y económico con el que se puede evaluar el crecimiento y la
composición corporal tanto de forma transversal, como longitudinal.
El
problema de la mala nutrición, no es sólo de México, sino también en varios
países del mundo.
Según
Martínez y Martínez, así como los resultados que ha proporcionado ENSANUT 2016,
más de un millón de niños tienen retardo de crecimiento y por otro lado millones
de niños sufren sobrepeso y obesidad, teniendo como principales consecuencias, desnutrición,
diabetes infantil, etc.
Por
ello es importante orientar a la población a consumir alimentos tradicionales
que contengan vitaminas, minerales, fibra y eliminar en la mayor cantidad
posible los alimentos procesados.
Una
alimentación y nutrición adecuada son la base para la supervivencia, la salud y
el crecimiento del ser humano.
Para
que una alimentación pueda cubrir el aporte necesario de nutrimentos debe cumplir
con las leyes universales de la alimentación (Rodríguez González & Larrosa Haro, 2013):
·
Ley
de la cantidad: cubrir la cantidad mínima necesaria que
necesita una persona dependiendo de la edad, actividad y momento del
desarrollo.
·
Ley
de la calidad: debe contener todos los nutrientes.
·
Ley
del equilibrio: se debe conocer la proporción de los
nutrientes que se manejen.
·
Ley
de la adecuación: alimentación apropiada a la edad, sexo,
necesidades y condiciones de cada individuo.
·
Ley
de la pureza: alimentación libre de gérmenes y sustancias
contaminantes.
·
Ley
de la presentación: la alimentación debe de tener una
presentación agradable al paladar y a la vista.
El
estado nutricional es “la condición
de salud de un individuo influida por la utilización de nutrientes”. (Rodríguez González & Larrosa Haro, 2013)
Para
realizar correctamente una evaluación del estado nutricio del individuo, se
debe tomar en cuenta el contexto familiar, social, económico, cultural y
genéticos (antecedentes personales patológicos) que nos permitan ponderar con
mayor veracidad los datos obtenidos en la historia clínica.
Los
requerimientos de energía varían a lo largo de las edades pediátricas, y de
acuerdo con el sexo.
Ilustración 1 Requerimientos de energía en
preescolares, escolares y adolescentes (Rodríguez González & Larrosa Haro, 2013).
La
desnutrición o malnutrición, “se entiende como las carencias, los excesos o los
desequilibrios de la ingesta de energía y/o nutrientes de una persona”. (OMS, 2016)
La
desnutrición continúa siendo un problema de salud pública, pues reduce la
productividad del humano; tiene efectos negativos en el crecimiento y
desarrollo del escolar, pone en riesgo el desarrollo del área neuromotriz,
cognitiva, afectiva e incluso en la psicosocial. También compromete la
inmunidad, por ello la alta incidencia de enfermedades en este grupo de edad que
presentan desnutrición.
La
desnutrición desde el punto de vista fisiopatológico es “estado de adaptación,
funcional y de comportamiento, para sobrevivir a agresiones como la carencia de
nutrimentos y el exceso de pérdidas. Se manifiesta por grados de déficit
antropométrico, signos y síntomas clínicos y alteraciones bioquímicas, hematológicas
e inmunológicas”. (Rodríguez González & Larrosa Haro, 2013)
La
desnutrición se clasifica en:
·
Primaria:
cuando
el indivisuo reibe una dieta nadecuada por su situación económica y cultural,
condiciona la disponibilidad d alimentos y escasa información nutricia.
·
Secundaria:
resultado
de enfermedades asociadas a la baja ingestión, mala absorción, incremento de
requerimientos energéticos o pérdida anormal de nutrimentos.
La
OMS, estima que en el mundo hay alrededor de 115 millones de niños con déficit
de peso y retraso del crecimiento.
En
México, se estimó que hay 178 millones de niños sufren desnutrición. (Secretaría de Salud, 2016)
El
sobrepeso y la obesidad, se definen como “una acumulación anormal o excesiva de
grasa que puede ser perjudicial para la salud”. (OMS, s.f.)
Los
padecimientos que afectan actualmente la salud de los indiviuos, sobrepeso y
obesidad se vinculan con factores genéticos y ambientales.
Ilustración 2 Índice de
masa corporal (IMC) en niños de 5 a 18 años.
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El
índice de masa corporal (IMC), definido como peso en kilogramos dividido entre
la talla en metros cuadrados) es una medida indirecta del estado de peso y se
registra en percentiles específicos para la edad y el sexo. El IMC se mide con facilidad, tiene normas
disponibles en el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y
la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El
IMC en la mayoría de los casos proporciona la herramienta más útil para poder determinar
el nivel de sobrepeso y obesidad; ha sido utilizado para estimar la prevalencia
de obesidad en una población y los riesgos asociados a ella. No resulta aplicable
para niños menores de dos años de edad. (Rodríguez González & Larrosa Haro, 2013)
Hasta
el momento no existe un acuerdo en lo que se refiere a la clasificación de la
obesidad en el niño, a diferencia del que hay para la edad adulta.