domingo, 20 de mayo de 2018

A2S5U2


MARCO TEÓRICO


“Una alimentación y nutrición adecuada son la base para la supervivencia, la salud y el crecimiento del ser humano”.
Los elementos y compuestos energéticos, son la base de la nutrición. El proceso nutricional depende de una alimentación correcta, la cual debe de estar adaptada a las necesidades y características de cada ser humano.
La nutrición, es “el conjunto de procesos mediante los cuales el organismo utiliza, transforma e incorpora a sus propios tejidos una serie de sustancias (nutrientes) que deben de suministrar energía, proporcionar materiales para la formación de estructuras y la regulación del metabolismo”. (Rodríguez González & Larrosa Haro, 2013)
La dieta del mexicano, desde la etapa de la niñez hasta la etapa senil, está excedida de azúcares y productos con alta densidad energética, sin embargo, existe un bajo consumo de cereales, leguminosas, frutas y verduras, (Secretaría de Salud, 2016).
Uno de los grupos etarios con mayor índice de trastornos relacionados con el peso en el ser humano es durante la etapa escolar, que comprende, según a la literatura, de los 6 a los 12 años de edad.
Durante esta etapa el peso del niño debe aumentar de 3 a 3.5 kg. por año, mientras que la estatura registra una ganancia de 6 cm. en lapsos iguales (Martínez y Martínez, 2009).
Los parámetros primordiales a considerar son: talla y peso para obtener el IMC (Índice de Masa Corporal) con apoyo de estas mediciones y con tablas dadas por la OMS (Organización Mundial de la Salud), es como se verifica si el niño tiene un peso y estatura de acuerdo a su edad, o si éste es menor o mayor.
Existen mediciones de variables antropométricas, de laboratorio y de gabinete que permiten identificar desviaciones del estado nutricio.
La técnica antropométrica es un recurso práctico y económico con el que se puede evaluar el crecimiento y la composición corporal tanto de forma transversal, como longitudinal.
El problema de la mala nutrición, no es sólo de México, sino también en varios países del mundo.
Según Martínez y Martínez, así como los resultados que ha proporcionado ENSANUT 2016, más de un millón de niños tienen retardo de crecimiento y por otro lado millones de niños sufren sobrepeso y obesidad, teniendo como principales consecuencias, desnutrición, diabetes infantil, etc.
Por ello es importante orientar a la población a consumir alimentos tradicionales que contengan vitaminas, minerales, fibra y eliminar en la mayor cantidad posible los alimentos procesados.
Una alimentación y nutrición adecuada son la base para la supervivencia, la salud y el crecimiento del ser humano.
Para que una alimentación pueda cubrir el aporte necesario de nutrimentos debe cumplir con las leyes universales de la alimentación (Rodríguez González & Larrosa Haro, 2013):
·         Ley de la cantidad: cubrir la cantidad mínima necesaria que necesita una persona dependiendo de la edad, actividad y momento del desarrollo.
·         Ley de la calidad: debe contener todos los nutrientes.
·         Ley del equilibrio: se debe conocer la proporción de los nutrientes que se manejen.
·         Ley de la adecuación: alimentación apropiada a la edad, sexo, necesidades y condiciones de cada individuo.
·         Ley de la pureza: alimentación libre de gérmenes y sustancias contaminantes.
·         Ley de la presentación: la alimentación debe de tener una presentación agradable al paladar y a la vista.
El estado nutricional es “la condición de salud de un individuo influida por la utilización de nutrientes”. (Rodríguez González & Larrosa Haro, 2013)
Para realizar correctamente una evaluación del estado nutricio del individuo, se debe tomar en cuenta el contexto familiar, social, económico, cultural y genéticos (antecedentes personales patológicos) que nos permitan ponderar con mayor veracidad los datos obtenidos en la historia clínica.
Los requerimientos de energía varían a lo largo de las edades pediátricas, y de acuerdo con el sexo.
Ilustración 1 Requerimientos de energía en preescolares, escolares y adolescentes (Rodríguez González & Larrosa Haro, 2013).

La desnutrición o malnutrición, “se entiende como las carencias, los excesos o los desequilibrios de la ingesta de energía y/o nutrientes de una persona”. (OMS, 2016)
La desnutrición continúa siendo un problema de salud pública, pues reduce la productividad del humano; tiene efectos negativos en el crecimiento y desarrollo del escolar, pone en riesgo el desarrollo del área neuromotriz, cognitiva, afectiva e incluso en la psicosocial. También compromete la inmunidad, por ello la alta incidencia de enfermedades en este grupo de edad que presentan desnutrición.
La desnutrición desde el punto de vista fisiopatológico es “estado de adaptación, funcional y de comportamiento, para sobrevivir a agresiones como la carencia de nutrimentos y el exceso de pérdidas. Se manifiesta por grados de déficit antropométrico, signos y síntomas clínicos y alteraciones bioquímicas, hematológicas e inmunológicas”. (Rodríguez González & Larrosa Haro, 2013)
La desnutrición se clasifica en:
·         Primaria: cuando el indivisuo reibe una dieta nadecuada por su situación económica y cultural, condiciona la disponibilidad d alimentos y escasa información nutricia.
·         Secundaria: resultado de enfermedades asociadas a la baja ingestión, mala absorción, incremento de requerimientos energéticos o pérdida anormal de nutrimentos.
La OMS, estima que en el mundo hay alrededor de 115 millones de niños con déficit de peso y retraso del crecimiento.
En México, se estimó que hay 178 millones de niños sufren desnutrición. (Secretaría de Salud, 2016)
El sobrepeso y la obesidad, se definen como “una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud”. (OMS, s.f.)
Los padecimientos que afectan actualmente la salud de los indiviuos, sobrepeso y obesidad se vinculan con factores genéticos y ambientales.
Ilustración 2 Índice de masa corporal (IMC) en niños de 5 a 18 años.
El índice de masa corporal (IMC), definido como peso en kilogramos dividido entre la talla en metros cuadrados) es una medida indirecta del estado de peso y se registra en percentiles específicos para la edad y el sexo.  El IMC se mide con facilidad, tiene normas disponibles en el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El IMC en la mayoría de los casos proporciona la herramienta más útil para poder determinar el nivel de sobrepeso y obesidad; ha sido utilizado para estimar la prevalencia de obesidad en una población y los riesgos asociados a ella. No resulta aplicable para niños menores de dos años de edad. (Rodríguez González & Larrosa Haro, 2013)
Hasta el momento no existe un acuerdo en lo que se refiere a la clasificación de la obesidad en el niño, a diferencia del que hay para la edad adulta.




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